martes, 1 de noviembre de 2011

Los orígenes según los egipcios (Delta y ribera del río Nilo)


Antes del inicio del mundo, apareció Ra, El Luminoso. Era omnipotente y el secreto de su poder se hallaba en su propio nombre, que nadie más conocía. Gracias a su poder, le bastaba con nombrar una cosa para que cobrara vida instantáneamente, apareciendo como había aparecido él. “Al alba seré Jepri, Ra durante el día y Atom durante la noche”, dijo el dios, y mientras profería estas palabras, he aquí que se transformó en el sol que se levanta por el oeste, que cruza el firmamento y que se pone por el este. Y así acabó el primer día del mundo. Ra invocó a Shu y creó así el viento. Le dio su nombre a Tefnut, diosa del rocío y se hizo la lluvia. Después, pronuncio el nombre de Geb y la tierra surgió entre las aguas del océano. Llamó a Nut y apareció la diosa del cielo, que sostiene como un arco la bóveda celeste, apoyando los pies en un extremo del horizonte y las manos en el opuesto. Invocó a Hapy y así el Nilo, el río sagrado comenzó a discurrir por las tierras para hacerlas fértiles. Después, nombró todo lo que hay en la creación, y las cosas existían en cuanto las nombraba. Por último, dijo las palabras “hombre” y “mujer” y las tierras egipcias fueron habitadas por los humanos. Entonces, el propio Ra se transformó en humano y se convirtió en el primer faraón de Egipto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario